Los marineros clamaron a Dios en su desespero,
Mientras el viento y las olas los lanzaban al cielo.
Sus almas enfermaron; su fuerza menguó,
Como hombres ebrios, se tambaleaban de aquí para allá.
Ilustración de marineros angustiados en un barco de madera zarandeado por una violenta tormenta en alta mar, con olas enormes y cielos oscuros.
Clamaron a Dios en su aflicción,
Y Él los libró de su gran confusión.
Calmó la tormenta; las olas enmudecieron,
Y los llevó a salvo a su colina predestinada.
Vista serena del mar después de una tormenta, con aguas tranquilas y cielos despejados, y un barco navegando apaciblemente hacia una costa montañosa en la distancia.
Sus corazones se alegraron al amainar la tempestad,
Él los guio a salvo donde su alma hallaba piedad.
Que den gracias por el cuidado amoroso del Señor,
Su presencia constante y su oración con favor.
Marineros en la cubierta de un barco, sonriendo y mostrando alivio y gratitud después de una tormenta, con el mar en calma a su alrededor.
El sonido del mar resuena en sus labios;
Sus ojos ven las maravillas que Dios ha hecho.
Los elevó alto en la cresta de la ola,
Luego los sumergió en una tumba acuática—
O así parecía, al gemir el mástil,
Y el barco crujió como si su espalda se hubiera partido.
Primer plano dramático del mástil de un barco cediendo ante el embate de olas gigantescas, con el agua rompiendo sobre la cubierta, transmitiendo peligro extremo.
Sus corazones se llenaron de miedo y pavor,
Mientras los mares salvajes chocaban a su alrededor.
Subieron tan alto, casi hasta el cielo,
Luego descendieron a las profundidades, como en vuelo.
El valor los abandonó en su apuro,
Mientras se volcaban y eran lanzados toda la noche, sin seguro.
Un barco siendo violentamente zarandeado entre olas gigantes, pareciendo pequeño y vulnerable ante el vasto y oscuro océano, ilustrando la sensación de ser lanzado hacia arriba y abajo.
Como hombres ebrios, se tambaleaban y balanceaban,
Toda habilidad y conocimiento parecían desvanecer.
Entonces clamaron a Dios en su desespero,
Mientras el viento y las olas los lanzaban al cielo.
Él calmó la tormenta, las olas enmudecieron,
Y los libró de la tumba, contra su albedrío.
Entonces se alegraron por la paz,
Él los llevó a su anhelada liberación—
Su puerto de descanso al final del viaje,
Donde cielo y agua suavemente se mezclan en un paraje.
Un barco llegando a un puerto tranquilo al amanecer o atardecer, con las aguas en calma reflejando el cielo, simbolizando el final de un viaje peligroso y una llegada segura.
Que den gracias al Señor por Su amor,
Sus maravillosas obras conocidas por todos en lo alto.
Que lo exalten ante la puerta de la ciudad,
Y cuenten las maravillas de Su gran piedad.
Pues Él satisface el alma anhelante,
Y llena el corazón hambriento para hacerlo radiante.